MIRANDO A LA HISTORIA.

UNA IGLESIA SENSIBLE ANTE LOS PROBLEMAS DE LA GENTE

 

En aquellos momentos, años antes y después del 68, nuestra sociedad tenía como telón de fondo social la dictadura franquista. Un movimiento obrero emergente, los partidos de izquierdas y algunos grupos centristas de derechas pedían un cambio político en España. En Iglesia, es sobre todo a través la JOC y la HOAC, presencia católica institucional en el mundo obrero, apoyados ya en la doctrina emanada del Concilio Vaticano II, desde donde se oyen voces de denuncia de la situación y piden también el cambio político. Algunos curas habían tomado conciencia de que el Régimen Franquista suponía la conculcación de importantes derechos humanos, por lo que se unieron a las voces de quienes exigían una democracia para el país. Apoyaron la lucha obrera, cuyas reivindicaciones sindicales implicaban siempre la petición del cambio político: libertad de manifestación, reunión, asociación… Y lo hicieron con los medios a su alcance, sobre todo poniendo a su disposición locales e iglesias para reunirse.

 

LA DECLARACIÓN DE LA HOAC ANTE LOS NUEVOS CONFLICTOS MINEROS nos muestra la implicación de este movimiento católico en los problemas del pueblo. Su escrito refleja la situación que se vivía, ante la cual hace un juicio de valor y realiza una denuncia. Que algunos curas están también al lado de la clase obrera se puede ver por el documento UN GRUPO DE CRISTIANOS, LAICOS Y SACERDOTES, A SU OBISPO VICENTE. En los documentos que se hicieron a propósito de la prevista renovación del Concordato nos muestra la oposición de los curas y otros cristianos a la situación política del momento: DECLARACIÓN DE 16 SACERDOTES ASTURIANOS y COMUNICACIÓN DE UN GRUPO DE CURAS Y SEGLARES AL ARZOBISPO DE OVIEDO A PROPÓSITO DEL PROYECTO DE REFORMA DEL CONCORDATO.

 

Como respuesta a los contactos tenidos con el Sr. Arzobispo D. Vicente, este hace una HOMILÍA PARA SER LEÍDA EN NUESTRAS IGLESIAS. La resumo. El punto de partida de este texto son los problemas que había: paros en las minas, los despidos, las detenciones y la crisis de la minería. (En toda la homilía se elude la palabra ‘huelga’). Asume que los curas son ministros de la salvación, pero también defensores de los derechos humanos. La paz, de la que tanto se habló cuando se celebraron los 25 años de franquismo, se funda en la verdad, en la justicia, en la libertad y en el amor,  y está vinculada a la instauración efectiva de los derechos del hombre. Toda empresa debiera ser como una familia, pero realmente no es así. La economía no puede ser considerada como un valor absoluto. Los valores humanos tienen que tener siempre preferencia sobre el ordenamiento económico. Los derechos humanos han de estar siempre por encima de los intereses puramente materiales. El respeto a la dignidad de la persona humana y a la libertad responsable ha de ser siempre el fundamento de toda convivencia y, especialmente, de toda sociedad que quiera llamarse cristiana. Se han de buscar cuanto antes caminos para la negociación y para reanudar el diálogo conciliador. Las parroquias deben pedir la colaboración de todos para ayudar a las familias necesitadas por estar en huelga el cabeza de familia.

 

Recogemos también la interesante DENUNCIA DE UN GRUPO DE CATÓLICOS SOBRE LA BRUTAL INTERVENCIÓN SOBRE LOS JUBILADOS ENCERRADOS EN LA IGLESIA DE SAN JOSÉ DE GIJÓN que, al mismo tiempo, denuncia la situación general de falta de libertades que hay entonces en nuestra país. Junto al texto trascrito ponemos el ORIGINAL que resulta difícilmente legible.

 

También como muestra de la sensibilidad social de los católicos, en este caso del Valle del Nalón, recogemos las CONCLUSIONES de una convivencia de Cáritas Interparroquial de esta zona que tuvo lugar el 5 de Mayo de 1985,

 

Los cristianos tenemos que mantener siempre esta sensibilidad social. La Iglesia como tal, y los distintos grupos que en ella hay, tienen que mantener una constante actitud crítica ante los problemas de la sociedad. Del paro que padecemos hoy aquí son responsables de él, en último término, los políticos, todos, no sólo los que gobiernan actualmente. Los políticos nuestros y los de la Unión Europea. El capitalismo neoliberal y el sistema financiero, detrás del cual hay unas personas y unas instituciones concretas, son los primeros responsables de la situación. Este sistema, que ha servido muy bien para el enriquecimiento de un grupo de gente, ha repartido siempre mal tanto el trabajo como la riqueza que engendra y así ha empobrecido y empobrece a millones y millones de personas en el mundo.